Afortunadamente para algunos, y desafortunadamente para otros, la manutención de los hijos pagadera en virtud de un acuerdo de separación escrito o de una sentencia judicial, después del 1 de mayo de 1997, ya no está sujeta a impuestos para el destinatario ni es deducible para el pagador.

Para acuerdos de manutención de menores y sentencias dictadas antes del 1 de mayo de 1997, tanto el destinatario como el pagador podrán presentar una declaración para realizar los pagos libres de impuestos para ambos.

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La Agencia Tributaria de Canadá le permite deducir los honorarios legales incurridos para aumentar la manutención, defenderse contra un reclamo para disminuir la manutención o cobrar manutención impaga. Los honorarios para establecer la manutención de los hijos por primera vez también son deducibles. Los honorarios del divorcio en sí no son deducibles de impuestos.

Revenu Québec tiene las mismas reglas, excepto que el pagador de la manutención (en lugar de solo el destinatario, como en el caso de la Agencia Tributaria de Canadá) también puede deducir los honorarios legales relacionados con el establecimiento o modificación de la manutención.

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Antes de entablar una costosa batalla judicial sobre la pensión alimenticia, los cónyuges que están discutiendo amistosamente cómo resolver su separación o divorcio, o los cónyuges que acuden a la mediación, deben concentrarse en los mismos tipos de factores que el tribunal considerará si no pueden resolver el problema por sí mismos.

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Los pagos de manutención infantil nunca están sujetos a impuestos para el destinatario ni son deducibles para el pagador, siempre que la orden o acuerdo judicial de origen sea posterior al 1 de mayo de 1997. Las órdenes o acuerdos judiciales anteriores al 1 de mayo de 1997 están sujetos a las reglas antiguas (impuestos y deducibles). ).

Los pagos de manutención conyugal que se pagan de manera “ordinaria” (pagables semanalmente o mensualmente, de un cónyuge al otro cónyuge, sin restricciones en el uso del dinero), están sujetos a impuestos para el destinatario y son deducibles para el pagador.

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Durante el matrimonio, los cónyuges se deben respeto, fidelidad, socorro y asistencia y contribuyen a los gastos del matrimonio en proporción a sus respectivos recursos (artículos 392 y 396 del Código Civil de Quebec). En caso de separación o divorcio, los cónyuges se deben mutuamente apoyo financiero. Si uno de los cónyuges tiene necesidades económicas, a menudo debido al papel que asumió en el matrimonio, entonces el cónyuge que está en mejor situación deberá pagar una pensión alimenticia (manutención del cónyuge) al cónyuge que la necesita.

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Nuestra actual Ley de Divorcio es una ley federal que ha estado en vigor desde febrero de 1986 y es aplicable en todo Canadá. Es la Constitución de Canadá la que exige que el Parlamento establezca las condiciones para el matrimonio y el divorcio, que se administrarán por igual en todas las provincias y territorios de nuestro país. En cada provincia existe un tribunal designado que tiene competencia para conocer del divorcio y todas sus ramificaciones.

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Cuando los padres se separan, estén o no casados, en unión civil o sin ningún vínculo formal, ambos deben sustentar económicamente a sus hijos.

No importa si los padres están casados ​​y, por lo tanto, se encuentran en proceso de divorcio (según nuestra Ley federal de divorcio), o simplemente se están separando (según nuestro Código Civil de Quebec), o están disolviendo su unión civil (también según nuestro Código Civil de Quebec), o, finalmente, no están en ninguna unión formal y, por lo tanto, simplemente están tomando los antiguos procedimientos de custodia y manutención de los hijos (una vez más según nuestro Código Civil de Quebec), ¡las reglas son las mismas!

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